En pleno reinado de Felipe IV, el príncipe de Gales, acompañado por su valido, el duque de Buckingham , acudieron a Madrid buscando una futura reina que luego no pudo ser. Entre los innumerables espectáculos que se ofrecieron al joven príncipe se realizó una multitudinaria procesión de Semana Santa en donde intervinieron una gran parte del clero de la capital.
Unos con calaveras y cruces en las manos; otros con sacos y cilicios, sin capuchas, cubiertas las cabezas con ceniza, con corona de abrojos, vertiendo sangre; otros con sogas y cadenas a los cuellos; cruces a cuestas, grillos en los pies, aspados y liados, hiriéndose los pechos con piedras, con mordazas y huesos de muertos en las bocas y todos rezando salmos. Así pasaron por calle Mayor y el Palacio y volvieron a sus conventos con viaje de más de tres horas, que admiró a la Corte y la dejó llena de ejemplos, ternura, lágrimas y devoción
(León Pinelo, «Anales de Madrid», siglo XVII)
Para saber más de la Semana Santa barroca madrileña
http://historias-matritenses.blogspot.com/2009/04/la-semana-santa-en-madrid-en-los-siglos.html
Vicente Camarasa
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