3 julio 2013
LA CAPILLA DE SANTA ANA EN LA CATEDRAL DE BURGOS (1) GIL DE SILOÉ
Como ya hemos visto en otras ocasiones (Cartuja de Miraflores), la obra de Gil de Siloé habríamos de enmarcarla en el último gótico que une influencias del internacional (por sus perspectivas sumamente alzadas, el gusto por la riqueza, la multiplicidad de escenas, totalmente abarrotadas…) y de los primitivos flamencos (sus duros plegados, cierto hieratisto típicos de la primera generación flamenca, como los Eyck, el gusto por el detalle).
Su obra, siempre asombrosa en tamaño y detalles, la realizó con un amplio y bien organizado taller.
En este caso la obra es rigurosamente coetánea con el sepulcro de Miraflores. Una primera mirada nos dará la certeza de una mayor colaboración del taller (siempre mayor en el trabajo en madera, en donde se sentía mucho menos seguro que en el alabastro)
Como es habitual en el autor no recurre a la organización tradicional de cuerpos y calles. Por el contrario, casi realiza un relieve sobre el aire, incluyendo el muro en su desarrollo. Si observáis toda su parte central, la madera crea grandes huecos, como una especie de cenefas gotizantes que rodean las escenas principales.
A ambos lados, dos calles laterales separadas por baquetones, recrean las escenas secundarias.
Para cerrar visualmente el conjunto se establece (abajo) una gran predela corrida (con un Cristo varón de Dolores) y una serie de pináculos y gabletes, totalmente dorados.
La iconografía responde a un modelo clásico: el árbol de Jesé (abajo) desde el que arranca el árbol genealógico de Cristo que pasará por la el abrazo de la Puerta Dorada y llegará a la Virgen con Niño.
Las escenas laterales se representan escenas de la infancia y pasión de Cristo a las que acompañan las figuras de los comitentes , el Obispo Acuña.
Las escenas se encuentran superpobladas, con un absoluto desprecio por la perspectiva, amontonando las figuras.
De la misma manera no hay un interés por la expresión y sí por el impacto global de la escena, así como por el trabajo de detalles de telas y arquitecturas que crean una potente visión que deja sin aliento al espectador
Vicente Camarasa
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Palios 
Hace años que estuve en la catedral de Burgos y vi la capilla. compré una curiosa visita guiada (al mismo guía que se paseaba entre los visitantes anunciando que a una hora determinada comenzaría la visita guiada), y el guía la abrió y pude verla desde dentro bien, no éramos muchos los que hicimos el recorrido. No sé como estará ahora la cosa. Porque de nuevo me sorprenden las fotos ¿Te han dejado hacer fotos? Porque me sorprende, dada la paranoia de las iglesias y catedrales con el tema.
Por lo demás las imágenes hablan por sí solas. En verdad a Gil de Siloé habría que colocarlo mucho más en el gótico internacional al que pertenece. Ese afán de tener renacimiento en el siglo XV fuera de Italia hace patinar a más de un autor.
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Comentarios por Hesperetusa — 3 julio 2013 @ 8:43
Ahora la visita es con audioguías y cbrando un pastón (incluso a los propios peregrinos, como le ocurrió a un amigo que empezaba este año el Camino en Burgos y ni siquiera le hicieron el descuento).
Sin embargo, lo de la fotos permitido (demasiado permitido: grupos enteros con el flas una y otra vez)
Te habrás dado cuenta de que, como toda la catedral, la limpieza es impresionante.
A mi como retablo me gusta más que el de la Cartuja, y estoy contigo, nada de renacimiento (aunque si entras en el post de la Cartuja puedes ver algunas contaminaciones ideológicas en algunos sepulcros)
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Comentarios por vicentecamarasa — 3 julio 2013 @ 9:12
Las dos veces que he visitado la catedral, la entrada era gratis, a la catedral, y la vista guiada, opcional y curioso el método de captar a los visitantes, no muy cara. Lo de las fotos en aquellos momentos, la segunda visita debió ser en el año 1993 ó 1994 no me importó nada, no era aficionada a la fotografía todavía. Las cámaras digitales no existían (yo vi las primeras en el Louvre en 1998 y sólo en mano de japoneses) Pero sí había visto y sentido ya paranoia contra las fotos en las catedrales españolas, el caso de Toledo dónde si he estado muchas veces es de libro de psicología.
Que se dejen hacer fotos me parece estupendo, que se dejen hacer con flash, no. El año pasado me sorprendió Santiago de Compostela con su entrada gratis y el que dejaran hacer hacer fotos. Tengo todo un reportaje en Flickr.
El asunto de los cobros de entradas carísimas en las catedrales españolas también daría para hablar. Aunque la cosa va de muy lejos.
En cuanto a los sepulcros de Gil de Siloé, es inevitable que las influencias renacentistas llegaran, pero en las cuestiones de retablos indudablemente, lo comitentes ya fueran laicos, órdenes religiosas o cabildos, no quisieron salirse del «estilo moderno» es decir del gótico.
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Comentarios por Hesperetusa — 4 julio 2013 @ 8:23