No hay espera mejor que la que se hace en la Capilla de los Marineros, recibiendo las caricias en el alma que nunca te escatiman y que tanto se echan de menos cuando estás lejos.
Eres mi consuelo, mi fuerza y mi guía. Dame la mano y acompáñame por la vida, Tú, mi Esperanza.
Texto: Amparo Gómez-Rey
Imágenes: Vicente Camarasa
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En Triana nuestra SEÑORA, la que nos alumbra y nos guía.
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Comentario por Juan — 24 abril 2015 @ 18:21