Bastante cercana a lo que fue el original (pues fue poco afectada por el incendio del 36) fue diseñada integralmente por Herrera Barnuevo, un arquitecto y pintor poco conocido pero que tuvo un importante papel en los inicios del siglo XVII en Madrid.
De factura clásica (aún encallado a las formas manieristas), el retablo tiene dos interesantes cuadros.
En sus telas, tipos humanos y fondo son una muestra del mundo veneciano pasado por el manierismo romano.
En la parte baja, las Dos Trinidades (iconografía relacionada con Santa Teresa y su culto a San José en donde se compara la tradicional Trinidad celeste con la que compone la Sagrada Familia en la Tierra, más cercana)
En la alta, el martirio de jesuitas en el Japón que nos habla de la actitud expansionista de la orden
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