Como en tantas ocasiones, el cristianismo reconvirtió imágenes paganas resignificándolas en iconografías de la nueva religión.
Como ya vimos aquí, el origen de San Miguel psicopompo era egipcio, recogiendo al Anubis que con su balanza pesaba el corazón del muerto
A esta simbología se unió (también) la de mensajero y portador de las almas al Otro Mundo del Mercurio romano
Sin olvidar su carácter guerrero, teniendo que luchar en muchas ocasiones con el demonio que quiere hacer trampas con los platillos para cobrarse el alma
Derivado de esta función se crean capillas altas en los monasterios (primeros carolingios y luego benedictinos) que habría que entenderlas como lugares de conexión con el Otro Mundo
Capilla San Miguel. San Pere de Rodes
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