En una de las portadas laterales de la Anunciación se encuentra esta magnífica portada (tanto en la escultura, atribuida a Pedro Roldán) como en su arquitectura (de potentes elementos, con espléndido tejado con casetones) o su carnosa decoración.
Se encuentra dedicada a Santo Domingo de Guzmán.
En ella aparece con su estrella en la frente (durante el bautismo de Domingo apareció una estrella sobre su frente que señalaba su futuro afán predicador), perros sosteniendo con sus fauces antorchas encendidas (su madre soñó que un perrito salía de su vientre con una antorcha encendida en su boca que, de nuevo, hablaba de sus futuras predicaciones, como una luz que se extiende, o de su afán por buscar la verdad)., azucenas (como símbolo de pureza) y cruz patriarcal
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