Esta nueva adquisición del Museo Nacional de Escultura nos muestra uno de los momentos más interesantes del barroco granadino, cuando Pedro de Mena comienza a colaborar activamente con Alonso Cano (llegado a la ciudad), tomando de él numerosos tipos y maneras de trabajo.
El primer momento de la colaboración fue en la desaparecida iglesia del Ángel Custodio en donde ya se realiza este modelo que Cano formula desde una resignificación de un modelo clásico, el Sileno con Baco de Lisipo del que existía en Palacio una copia en yeso, así como numerosos grabados.
Pocos años después, ya con Mena en Málaga, retomará de nuevo la lección canesca (con su atrevida policromía o el juego en forma de huso) para seguir profundizando en la relación paterno filial que había empezado a desarrollarse en el siglo XVII (en especial Santa Teresa de Jesús)
[…] San José y el Niño […]
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Pingback por PEDRO DE MENA. EL MAESTRO TRANQUILO | Palios — 10 junio 2020 @ 18:23