
Este año ha sido presentada presentada públicamente la última adquisición del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Se trata de una terracota de pequeño tamaño con el tema de la Virgen de la Leche, un tema tierno, profundamente humano y maternal, típico de las devociones privadas .
No conocemos sobre el comitente de esta obra, aunque muy posiblemente fuera una compra privada, siendo realizada durante el periodo madrileño de la imaginera (1689-1706)
La terracota se encuentra policromada por su cuñado, Tomás de los Arcos.

Se trata de una composición muy equilibrada, tanto con la simetría como por los dos triángulos (invertido uno sobre otro) siendo el vértice de ambos la cabeza de la Virgen. Sólo la amplia diagonal del manto genera algo de movimiento (y junto a él las otras pequeñas diagonales creadas por los ángeles, el Niño, el manto).
Toda la obra tiene un minucioso modelado que tiende a las formas blandas, con un profundo trabajo en los pequeños y variados pliegues de los paños.

Todo lo dicho confiere a la obra una dulzura muy habitual en esta etapa madura de la escultora, en especial en sus encargos particulares, como se puede ver aquí
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