En la múltiple historia del Renacimiento italiano hay un español, Alfonso V (también llamado el magnánimo) que se convertirá en uno de los principales mecenas del Quattrocento, a la altura de los Montefeltro, Malatesta, Sforza, Gonzaga o Medici
Su cultura e intereses humanistas son claramente visibles tanto en su biblioteca (llena de clásicos) como por su apoyo a humanistas de la talla de como Lorenzo Valla, Giovanni Pontano o el Antonio Beccadelli. Resulta también una evidencia clara de la actitud de Alfonso V, las fluidas relaciones personales que tendrá con Lorenzo de Médicis, hecho que explica la afluencia de artistas de Florencia a Nápoles.
Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer, llegó a decir el monarca que tanto aprendió de César y Tito Livio para moverse en las procelosas aguas de la política italiana del cuatrocientos.
Su obra más recordada es el famoso arco de triunfo en el Castel Nuevo, edificio de antigua planta medieval (realizado en tiempo de los Anjou) reformado Guillermo Sagrera.
El arco fue realizado por Laurana en conmemoración a su entrada triunfal en Nápoles el 23 de febrero de 1443, creándose el futuro Reino de las Dos Sicilias. De hecho el rey nunca volverá a su Aragón natal, estableciendo en el Castel su corte, totalmente volcada hacia lo italiano
Evidentemente la estructura general de la obra se vincula directamente con los arcos de triunfo romanos que se coloca entre las grandes torres medievales, el símbolo de su poder
En la parte baja encontramos un gran medio punto (que forma en su interior una bóveda de casetones) con columnas adosadas, con dos grifos apotropaicos en las enjutas que sostienen el escudo de la Casa de Aragón entre cuernos de la abundancia.
Sobre él se desarrolla un friso con un alto relieve. Su tema es la entrada triunfal de Alfonso en Nápoles con todo el boato: guerreros, heraldos con trompetas, séquitos civiles y un carro triunfal para el rey tirado por cuatro caballos de la más pura estirpe clásica (sólo hace falta ver la calidad de sus esculturas, de gran bulto y paso acompasado que recuerdan a los famosos de Piero Della Francesca para Federico de Montefeltro)
Piero della Francesca
Tomado de http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Double_portrait_of_the_Dukes_of_Urbino
Más arriba aún hay un nuevo cuerpo, formado por una logia o balcón abierto que repite el motivo del arco inferior (acaso con una posible y nunca colada estatua ecuestre del rey)
En el remate un nuevo friso de nichos con dioses fluviales, y otro remate con el retrato de bulto del Magnánimo.
En los laterales del arco, y bajo unos nichos avenerados, aparecen las estatuas de las virtudes, San Miguel y soldados en el típico conciliato renacentista (lo pagano y lo cristiano, las letras y las armas, lo espiritual y lo material…)
PARA CONOCER MÁS COSAS DE NÁPOLES
Palios 
[…] Sin embargo, en su exterior, el estilo vira hacia el primer renacimiento o plateresco (como la cercana Universidad). El primer gran motivo será el arco triunfal que organiza toda la escena, a la manera del que ya veíamos en el Castelnuovo en Nápoles. […]
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Pingback por ESCULTURA EN EL CONVENTO DE SAN ESTEBAN. SALAMANCA (1) LA PORTADA PLATERESCA « Palios — 8 febrero 2011 @ 17:42
[…] la gran obra aún la tenemos por descubrir. Su autor, Francisco Laurana (ya lo hemos visto aparecer en este blog al hablar del Castel Nuovo de Nápoles). Es la capilla de Mastrantonio, una fantástica realización tanto en su perspectiva como en sus […]
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Pingback por DOS OBRAS RENACENTISTAS EN SAN FRANCISCO DE ASIS. PALERMO « Palios — 9 junio 2011 @ 17:40
[…] Algunos vínculos útiles: En el blog Palios se puede encontrar una detallada descripción del arco triunfal de Castel Nuovo: https://palios.wordpress.com/2011/01/10/laurana-el-arco-triunfal-del-castelnuovo-para-alfonso-el-mag… […]
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Pingback por Parténope, la cuna de Nápoles | De puerto en puerto — 2 junio 2020 @ 14:53