Palios

6 May 2024

Los centauros

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 10:31

Los centauros se tenían por hijos de Ixión y de una nube a la que Zeus (Júpiter) había dado la forma de Hera (Juno), por ver si éste se atrevía, como era su intención, a violarla. Sin el menor respeto, consumó el acto con la citada nube, simulacro de la gran señora del Olimpo y, como fruto de tan sacrílega unión, al menos en intención, nacieron unas criaturas monstruosas, mitad hombre y mitad caballo.

Habitantes de los montes y de los bosques, eran incapaces de comportarse como seres civilizados, sobre todo en situaciones extremas y, en especial, cuando actuaban en estado de embriaguez. Por esta razón, en el mundo griego, se los identificó con todos aquellos humanos cuya razón no se impone sobre los desórdenes del cuerpo y de las pasiones. Se les diferenciaba, así, de los verdaderos hombres (antropoi), cuyos actos están regidos por el poder de la mente. Con los centauros no se podía llegar a acuerdos pacíficos por medio de la palabra, ni establecer normas para mantener una contienda ordenada. En consecuencia, para vencerlos se permitía utilizar toda clase de armas ofensivas, no sólo espadas y puñales, sino también palos, ramas de árboles, piedras, rocas, etc.

Mitología e iconografía en la pintura del Museo del Prado (Pilar González Serrano)

Jacob Jordaens – Batalla de los lapitas y los centauros

En el siglo V a. C. y posteriores pasaron a ser seres con cuatro patas de caballo y dos brazos humanos. A partir de esta época, después de las guerras médicas, los centauros se identificaron con los persas y, por esta razón, las centauromaquias se convirtieron en un motivo ornamental muy frecuente en frontones de templos, relieves, pinturas y vasos cerámicos. Los centauros intervinieron en varios mitos, pero el más famoso de todos ellos y el más representado en el arte fue el de su lucha con los lapitas, pueblo de Tesalia, con motivo de la boda de Pirítoo y Deidamia (o Hipodamia), a la que también asistió Teseo, el gran héroe nacional de Atenas.

Centauromaquia. Partenón

Pirítoo invitó a los centauros, por ser parientes suyos, a la ceremonia y convite de su boda. Éstos se embriagaron pronto e intentaron violar a las jóvenes lapitas. Uno de ellos, Éurito (o Euritión) trató, incluso, de raptar a la novia. Pirítoo, ayudado por Teseo, el gran libertador ateniense, al frente de sus compañeros y tras superar una encarnizada batalla, consiguió vencer a los centauros y expulsarlos de Tesalia (Ovidio, Met., XII, 210 y ss.).

Teseo y el centauro. Canova

La escena se desarrolla en el interior de la sala donde se estaba celebrando el banquete nupcial, como puede apreciarse por los elementos arquitectónicos que se perciben al fondo del lado izquierdo. Parte del mobiliario aparece desplazado por la violenta conducta de los agresores; varias piezas de la vajilla y algunas frutas se ven, también, dispersas por el suelo, acentuando el efecto del desorden reinante en el ardor del brutal ataque de los centauros En el centro se ve a Éurito, de aspecto brutal y orejas apuntadas, arrebatando a Hipodamia de los brazos de Teseo que intenta impedir su rapto. Pirítoo, detrás, empuñando una lanza, se apresta también a rescatar a su esposa. Entre el héroe ateniense y las potentes ancas equinas del centauro se encuentra una vieja esclava, abatida en el suelo que, asida al rojo manto de su señora, parece querer librarla de la agresión de la que está siendo víctima. A la derecha, en un segundo plano, otro centauro sostiene a una joven lapita entre sus brazos mientras ella trata de zafarse desesperadamente de la opresión de su raptor. En el lado izquierdo, dos mujeres y un anciano tratan de refugiarse en el interior de la casa.

Centauromaquia. Olimpia

Mitología e iconografía en la pintura del Museo del Prado (Pilar González Serrano)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

29 abril 2024

DIOS PAN

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 15:11

El gran dios Pan evitaba relacionarse con los dioses del Olimpo, pero protegía a los pastores, ayudaba a los cazadores a encontrar presas y bailaba a la luz de la luna con las ninfas. Cuando nació, Pan era tan feo que su madre, una de las ninfas, huyó de él aterrorizada: tenía cuernos pequeños, una barbita, y piernas, pezuñas y cola de cabra. Hermes, su padre, lo llevó al Olimpo para que Zeus y los otros dioses se rieran de él.

los dedicadores, Telephanes, Niketatos y Demophilos (a la derecha), frente a Pan, Hermes y tres ninfas, siglo IV a. C

A Pan le gustaba dormir todas las tardes en una cueva o en un bosquecillo y, si alguien lo despertaba sin querer, soltaba un grito espantoso que hacía que el pelo del intruso se erizase: es lo que todavía hoy se llama «pánico».

Una vez, Pan se enamoró de una ninfa llamada Pitis, que se asustó tanto cuando Pan intentó besarla, que se convirtió a sí misma en un pino para escapar del acoso. Pan, entonces, arrancó una de las ramas del pino y se la colocó como si fuera una corona en memoria de la ninfa.

Pan enseñando a tocar la siringa a la ninfa

Sucedió algo parecido cuando se enamoró de la ninfa Siringa: ésta huyó de él convirtiéndose en un junco. Incapaz de saber cuál de los miles de juncos que crecían a orillas del río era ella, Pan cogió un cayado y los golpeó muy enojado. Después, sintiéndose avergonzado, recogió los juncos rotos, los cortó en diversas longitudes con un cuchillo de piedra, les hizo unos agujeros y los ató en fila: había creado un nuevo instrumento musical, la flauta de Pan o siringa.

Una tarde de abril del año uno después de Cristo, un barco navegaba hacia el norte de Italia, siguiendo la costa de Grecia, cuando la tripulación oyó unos lamentos a lo lejos; una voz fuerte gritó a uno de los marineros desde la orilla: «Cuando llegues a puerto, asegúrate de dar la triste noticia de que el gran dios Pan ha fallecido». Pero nunca se supo cómo y por qué había muerto. Quizá aquello fue sólo un rumor inventado por Apolo, quien quería apoderarse de los templos de Pan.

Santuario de Pan en Atenas

Dioses Y Héroes De La Antigua Grecia (Robert Graves)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

15 abril 2024

ZEUS, ALCMENA Y HÉRCULES

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 18:27

CORNELIO BOS. wIKIPEDIA

Zeus aprovecha que un rey argivo exiliado en Tebas, Anfitrión, ha partido para la guerra junto a su criado Sosias, e intenta seducir a su esposa Alcmena. Como ésta rechaza sus ofertas, el dios no tiene más remedio que tomar él mismo las facciones de Anfitrión y, acompañado por Hermes [Mercurio], a su vez transformado en Sosias, acercarse de nuevo a su amada. Sólo así logra su propósito y deja encinta a Alcmena. Obviamente, cuando Anfitrión vuelve y advierte que su esposa no le recibe con entusiasmo, piensa en una traición por su parte y decide quemarla sobre una pira. Pero entonces aparece Zeus, apaga las llamas, explica el engaño y predice el nacimiento del mayor de los héroes.

Elvira Barba Miguel Angel (Arte Y Mito Manual De Iconografia Clasica)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

8 abril 2024

GIGANTOMAQUIA

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 12:58

La Gigantomaquia, una de las primeras ocasiones que tuvieron los dioses olímpicos para reunirse, y para cerrar filas en defensa propia, fue cuando los Gigantes pretendieron arrebatarles su poder, dando lugar a una guerra, la Gigantomaquia, que se ha convertido, a lo largo de la historia, en uno de los temas más grandiosos de la iconografía clásica.

El mito de la Gigantomaquia no parece muy antiguo: Homero lo desconoce por completo y Hesíodo se limita a decir que “los altos Gigantes de resplandecientes armas” nacieron, como las Erinias [Furias], cuando Gea recogió en su seno gotas de los genitales de Urano ( Teogonia, 183-186). Ante tales circunstancias, lo único que podemos decir es que la idea de su enfrentamiento con los dioses estaba ya formada a principios del siglo VI a.C ., puesto que las primeras Gigantomaquias aparecen representadas en vasos hacia el 570 a.C ..

Sin embargo, el paso decisivo hacia la difusión del tema se da en su primera representación escultórica segura: la del Tesoro de los Sifnios en Delfos (h. 530 a .C .), inmediatam ente seguida por diversas Gigantomaquias monumentales en frontones y metopas. En todas estas obras, y en las pinturas sobre vasos de fines del Arcaísmo, los Gigantes tienen siempre aspecto de hombres y van armados como hoplitas.

El Periodo Clásico se abre con la primera alusión literaria concreta al enfrentamiento (Píndaro, Pítica VIII, 11-18). Enseguida surgen las metopas orientales del Partenón, donde los Gigantes empiezan a perder parte de sus armaduras -sólo a veces conservan el casco y el escudo- o realzan el salvajismo de sus barbas y cabellos hirsutos revistiendo pieles de animales. Es una iconografía que tiene éxito inmediato, porque la Gigantomaquia se ha convertido en arquetipo de las guerras contra los persas y se ha puesto de moda en Atenas: enfrentamientos individuales o colectivos de dioses contra Gigantes abundan en la cerámica, recordando sin duda la Gigantomaquia que adornaba el peplo bordado cada año para Atenea: no en vano suele aparecer esta diosa al lado de Zeus montado en carro.

A fines del siglo IV a.C ., el escenario tradicional del enfrentamiento – en Macedonia, cerca del Olimpo – es discutido por Timeo, quien defiende una teoría alternativa: la Gigantomaquia habría tenido lugar en el sur de Italia. Su tesis chocará con algunos mitógrafos, pero ejercerá un profundo influjo: desde entonces, los Gigantes empiezan a ser relacionados con los grandes volcanes de esta región: se dirá que, tras su derrota, fueron encerrados bajo ellos, y que manifiestan su protesta con erupciones. Además, esto dará alas a una nueva iconografía, creada en esas fechas por los ceramistas suditálicos: la del Gigante con piernas de serpiente (anguípedo), cuya relación con Tifón y con el volcán Etna veremos muy pronto.

El Periodo Helenístico es la época en que se difunden estas ideas y en que, además, se elaboran las tesis más eruditas para dar nombres a los Gigantes (Porfirión, Alcioneo, Oto , Efialtes, etc.), determinando cuál de ellos se enfrentó a cada dios. Fruto de estas disquisiciones es la descripción del enfrentamiento por Apolodoro ( Biblioteca, I, 6 ,1-2), que bien puede ser comparada con las grandes Gigantomaquias monumentales, entre las que destaca, obviamente, la del Altar de Zeus en Pérgamo (181-159 a.C .): en este asombroso friso apenas se descubre ya algún Gigante con casco y escudo: los anguípedos alternan con los de piernas humanas, y, sobre todo, el combate adquiere la grandiosa agitación de un seísmo. El modelo de Pérgamo se impone en Roma sin discusión. Ésta, en efecto, carece de tradiciones alternativas, y la propia Etruria no había hecho otra cosa que copiar, siglo tras siglo, las iconografías griegas.

Ovidio, quien relata así el combate: “Los Gigantes, se dice, aspiraron al reino celestial y apilaron montañas para alcanzar las altas estrellas. Entonces el padre omnipotente lanzó su rayo, hizo añicos el Olimpo y derribó el monte Pelio del Osa, que había quedado bajo él. Mientras que aquellos fieros cuerpos yacían aplastados por su propia m ole, la Tierra se empapó de la abundante sangre de sus hijos” . No cabe descripción más clara, pero obsérvese que en ella no aparecen ni el carácter anguípedo de los Gigantes ni la actividad de los dioses: Júpiter se basta para obtener la victoria. En consecuencia, las Gigantomaquias renacentistas y barrocas serán casi siempre luchas de Júpiter —es decir, del poder monárquico o del poder divino— contra los Gigantes sublevados, simples hombres musculosos, y los dioses aparecerán como meros espectadores situados en las alturas. Es la imagen que ya podemos ver en la Sala de los Gigantes del Palazzo Té de Mantua, obra de Giulio Romano (1530), y que se repite una y otra vez siguiendo un esquema parecido: recuérdese, por ejemplo, la caída de los Gigantes pintada por Perin del Vaga , que tuvo enorme éxito a través de grabados. Esto no quiere decir, desde luego, que las Gigantomaquias manieristas y barrocas se pierdan en una repetición de esquemas: por el contrario, hallamos a veces soluciones m u y creativas, que deben ser estudiadas una a una: así, cuando se recupera la “imagen abierta” a la romana, se logra un paralelismo más o menos consciente con la caída de los condenados en el Infierno

Elvira Barba Miguel Angel (Arte Y Mito Manual De Iconografia Clasica)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

1 abril 2024

EL BAÑO DE DIANA/ARTEMISA (Zeus y Calisto)

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 18:25

Rubens

Calisto era una cazadora perteneciente al cortejo de Artemisa, diosa de la caza, para lo cual había hecho el obligatorio voto de castidad. Sin embargo, Zeus se enamoró de ella, logró seducirla y quedó embarazada.

Un día, Aretemís y su cortejo

encontraron una fresca arboleda, donde un arroyo se deslizaba murmurando sobre pulidos guijarros… [y] dijo: «No hay ningún mirón por aquí cerca; bañemos nuestros cuerpos desnudos sumergiéndoles en la corriente». Enrojece Calisto; todas se quitan las ropas, y sólo ella remolonea; mientras que vacila, le arrebatan el vestido, y, sin éste, junto a la desnudez de su cuerpo se revela su culpa. Intenta, azorada, ocultar el vientre con sus manos, pero la Artemís [Diana] le dice: «¡Vete lejos de aquí! ¡No contamines este sagrado manantial!», y le ordena apartarse de su cortejo”

Tiziano

Obviam ente, la tentación de hacer de mirones se apodera de artistas y comitentes modernos, y el deseo de representar una buena cantidad de desnudos femeninos en un arroyo es un señuelo que, bajo la cobertura cultural, todos siguen con gusto. Así se explica la enorme cantidad de obras con esta temática -un a variante del Baño de iana, al fin y al ca b o – que se realizan en los siglos xvi a xviii, y entre las que podríamos destacar las de Tiziano o P.P. Rubens (1638).

Rembrandt

Elvira Barba Miguel Angel (Arte Y Mito Manual De Iconografía Clásica)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

7 marzo 2024

El Jabalí de Calidón. Atalanta y Meleagro

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 16:34

Rubens. El Jabalí de Calidón

Debido a su valentía y destreza, Atalanta fue la única mujer a la que se invitó a participar en la legendaria expedición organizada para destruir al terrible Jabalí de Calidón.

Según el mito, la diosa Ártemis había enviado un monstruoso jabalí con la misión de asolar la Grecia meridional; para acabar con tan devastadora bestia, Meleagro reunió a más de una docena de los héroes más célebres de la Hélade, que incluía a los argonautas Jasón y Telemón, a Teseo, el rey fundador de Atenas, a Peleo, el compañero de luchas de Atalanta, y a la propia Atalanta. Aquel que consiguiera acabar con el jabalí gigante podría quedarse con su cabeza y su pellejo.

La única mujer de la expedición, Atalanta, por su mera presencia, despertó fuertes emociones entre los héroes varones y algunos de ellos se negaron a proseguir en la campaña si continuaba entre ellos. Pero Meleagro, enamorado de Atalanta, les obligó a continuar juntos. Los cazadores, en todo caso, se vieron en dificultades desde el primer momento del combate. El feroz jabalí embistió y dio muerte a varios de los hombres y los perros de la partida y, en el caos reinante, algunos de los cazadores resultaron asesinados por sus propios compañeros. En semejante situación, Atalanta probó a ser más audaz y habilidosa que ninguno de los hombres, a excepción de Meleagro; ella fue, de hecho, la primera que hirió al jabalí, tras lo cual Meleagro lo acosó y terminó despachándolo con su lanza. Acto seguido, el héroe ofreció la cabeza y el pellejo de la bestia a Atalanta, pues de ella había sido la primera estocada. Pero la tensión entre los miembros de la partida de caza no concluyó con la muerte de la bestia. El tío de Meleagro bramó que consideraba deshonroso que una mujer se hubiera quedado con el trofeo, y él y sus compañeros se apresuraron a arrebatarle a Atalanta la piel del jabalí. Estalló una refriega, en el transcurso de la cual Meleagro acabó con su propio pariente y presentó de nuevo los despojos a Atalanta. Finalmente, esta pudo dedicar los grandes colmillos del jabalí, su cabeza y su pellejo en el templo de Tegea, su tierra natal. Pero Meleagro, entretanto, fue asesinado como resultado de las trifulcas familiares que se habían desatado tras la expedición.

Ante la desaparición de su amante, Atalanta le ofreció a Jasón su singular lanza, un arma que al arrojarse alcanzaba enormes distancias, y se presentó voluntaria para viajar junto con él y los argonautas a través del mar Negro en busca del Vellocino de Oro. Pero Jasón vedó su incorporación, temeroso de que suscitara nuevas discordias entre la tripulación masculina de la nave Argos.

RUBENS. ATALANTA Y MELEAGRO

Amazonas (Adrienne Mayor)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

28 febrero 2024

MITOLOGÍA EN EL EJE ATOCHA, PRADO, GRAN VÍA

Filed under: General — Etiquetas: , — vicentecamarasa @ 17:36

DIANA CAZADORA/ARTEMIS. GRAN VÍA

ATENEA. CÍRCULO DE BELLAS ARTES

ATENEA Y MARTE. CUARTEL GENERAL DEL EJÉRCITO

CADUCEO. BANCO DE ESPAÑA

MERCURIO/HERMES. BANCO DE ESPAÑA

CIBELES

ESFINGE. ACADEMIA DE LA LENGUA

APOLO

MEDUSA. FUENTE DE APOLO

SERPIENTE/DRAGÓN PITÓN. FUENTE DE APOLO

NEPTUNO/POSEIDÓN

ASAMBLEA DE DIOSES. PUERTA VELÁZQUEZ. MUSEO DEL PRADO

TRITONES. FUENTE DE LA ALCACHOFA. ATOCHA

GRIFO. ESTACIÓN DE ATOCHA

GRUPO MINISTERIO DE AGRICULTURA

MINERVA/ ATENEA. MINISTERIO AGRICULTURA

ONÓCETE A TI MISMO. MUSEO ETNOGRÁFICO

15 febrero 2024

LAS FURIAS (3) TÁNTALO

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 18:03

Tántalo, hijo de Zeus, se había establecido en Lidia, en el monte Sípilo. Frecuentaba a los dioses y gozaba de prosperidad hasta que incurrió en una terrible desmesura. Invitó a los Olímpicos a un siniestro banquete, en el que les ofreció como plato fuerte la carne troceada y guisada de su hijo, Pélope. Los dioses, con su saber eterno, advirtieron el engaño y se abstuvieron de probar la comida, a excepción de Deméter que, apenada por la pérdida de su hija, mordió la paletilla que le habían ofrecido. Luego los dioses volvieron a dar la vida, restaurándolo en el caldero, al joven Pélope (con un hombro de marfil para compensar el mordisco de Deméter), y castigaron para siempre a Tántalo. (En lo más profundo de Hades se ve condenado a pasar hambre y sed, en medio de árboles frutales que se crecen cuando él intenta tomar un fruto, y junto a un río cuyo caudal baja cuando él se agacha a beber).

Introducción a la mitología griega (Carlos García Gual)

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

8 febrero 2024

LAS AMAZONAS

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 15:20

Amazonomaquia de Scopas en el Mausoleo de Halicarnaso

Muchos textos griegos y latinos, en especial el Ciclo troyano, narran sus proezas. Las amazonas se unían una vez al año a los hombres más atractivos de los poblados vecinos y mataban a sus hijos varones o los mutilaban para utilizarlos como siervos. Dirigidas por una reina, se entrenaban en el manejo de las armas, montaban a caballo, cazaban y guerreaban. Para tirar al arco con más facilidad, de niñas se cauterizaban el pecho derecho.

Se trata de una leyenda nacida de una falsa etimología transmitida por Heródoto, para quien el nombre de «amazona» significa «privada de mama». De estos textos surgió el mito de las feroces amazonas, jinetes y guerreras criadas para serlo. Se las describe provistas de un escudo ligero en forma de media luna y armadas con una lanza, un arco y unas flechas, aunque a veces también con un hacha. Amaban la guerra.

El hombre prehistórico es también una mujer (Marylène Patou-Mathis)

Amazona herida. Fidias

Las técnicas de tatuado, como sucede con los diseños, son extraordinariamente conservadoras y se han mantenido inalterables durante milenios, tal y como demuestran las agujas, pigmentos y plantillas descubiertas en las sepulturas escitas. En primer lugar, se trazaba el dibujo sobre la piel. Un haz con entre tres y siete agujas iba pinchando los contornos del motivo y, a continuación, este se restregaba con el pigmento seleccionado. El mismo constituía generalmente una pasta de carbón fabricada a partir de ceniza mezclada en diversas proporciones con otras sustancias, tales como sebo, miel, zumo de bayas silvestres, índigo (para los pigmentos azules), savia, hiel de buey (para fijar el colorante), saliva o la leche materna de una mujer que estuviera amamantando a una niña o, en la región de los Balcanes, a un niño. Los coloridos tatuajes florales de los mosinecos del Ponto indican que los pigmentos de colores eran asimismo conocidos ya en la Antigüedad. 24 Recientemente, en 2013, se descubrió un equipo de tatuado junto a un esqueleto vestido con una túnica ricamente decorada y unos pantalones, sepultado junto con un espléndido ajuar funerario en un kurgán sármata-escita de las estepas que median entre los Urales y el mar Caspio. El kit consistía en toda una serie de pigmentos, cucharas para mezclarlos sobre dos paletas de piedra, varias agujas de hierro dorado y otras herramientas diversas. Muchos enterramientos escitas contenían objetos como esos, que tiempo atrás fueron erróneamente tomados por cosméticos femeninos.

Semejantes tatuajes, por tanto, pueden concebirse como un idioma vivo cifrado sobre el cuerpo, una forma de comunicación escrita. Cada animal y cada escena representados formarían parte de un repertorio de historias que todo el mundo conocía, pero sus detalles específicos se referirían a experiencias personales (éxitos cinegéticos, búsquedas interiores durante el trance, sueños…) del individuo que los portaba. Quizá los sujetos más profusamente tatuados eran narradores o chamanes cuyos cuerpos servirían como ilustraciones vivientes de sus relatos culturales. Al fin y al cabo, según los autores griegos, los escitas iban siempre vestidos por completo y nunca se presentaban en público desnudos o siquiera semidesnudos, a diferencia de los propios griegos; muchos pintores subrayaron este rasgo representando a las amazonas vestidas con leotardos y mangas largas pese a aparecer enfrentándose a guerreros griegos desnudos. Dado que los impresionantes tatuajes escitas no podrían ser observados de ordinario por enemigos o extraños, el arqueólogo ruso Sergei Yatsenko sugirió que quizá eran considerados por sus portadores como «armas espirituales» privadas y protecciones mágicas.

(…)

«Tracios», al igual que vimos que sucedía con el inclusivo término «escitas», se aplicaba a un gran número de tribus vagamente conectadas entre sí que habitaban el territorio situado entre los mares Negro y Adriático (esto es, la Grecia septentrional, la Turquía europea, el sudoeste de Ucrania, Rumanía, Bulgaria, Albania y la antigua Yugoslavia). Los territorios tracio y escita se solapaban y sabemos que, al menos desde 700 a. C., los tracios se mezclaron pacífica o violentamente con los escitas.

Amazonas (Adrienne Mayor)

Las amazonomaquias (sucedidas míticamente en la misma colina de las Musas) fueron constantes (como una afirmación de lo civilizado griego sobre la barbarie pero, también, de la misoginia griega)

Aparecerán en las historias de los grades héroes como Aquiles, Teseo o Hércules

TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA

 

2 febrero 2024

EL NACIMIENTO DE ATENEA

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 7:49

Recreación de uno de los frontones del Partenón

Hesíodo nos enseñó que era hija de la Oceánide Metis y Zeus. Una unión peligrosa, pues como el oráculo había profetizado, sus hijos serían más poderosos que el padre. Por eso devoró a su amante​ («la encerró en su vientre»), aunque ya estuviera embarazada.

Píndaro nos narró el final de la historia. Zeus, aquejado por terribles dolores de cabeza le pidió a Hefaisto que la abriera la cabeza con su labris minoico.

Nació entonces Atenea de la cabeza de Zeus, adulta y plenamente armada, con un grito de guerra que hizo temblar a Urano y Gea

​          TODOS NUESTROS POST SOBRE ATENEA

         TODOS NUESTROS POST SOBRE MITOLOGÍA CLÁSICA

Older Posts »

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.