EL ROSARIO Y LEPANTO

En un periodo tan militante como la Contrarreforma, no fue para nada difícil unir guerra (santa) y religiosidad a través de una visión. Todos los componentes suficiente para crear un modelo icocográfico que, en la actualidad, no demasiados conocen.

Y es que, mientras la batalla contra los turcos en Lepanto se sucedía, el papa Pio V en el Vaticano rezaba el Rosario hasta que, inspirado por una visión, interrumpió el rezo y anunció la victoria cuando aún no existía internet, gracias a intercesión de la Virgen. Era un 7  de octubre, que se convirtió en la fiesta del Rosario (una tradición medieval que ayudaba a rezar a los iletrados) y que se popularizó entre las masas

En la propia Sevilla hubo, en el siglo XVIII, más de 150 rosarios públicos, formados por cortejos que hacían sus estaciones por las calles, siendo encargado a Lucas Valdés  este magnífico cuadro que hoy podemos admirar en la Magdalena.

Otro lugar en donde prendió la costumbre del rosario fue en Sicilia, en donde aparecieron numerosos oratorios, especialmente privados y sólo accesibles a la élite, como los que ya vimos que decoró Serpota

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