El cristianismo franciscano está mucho más cerca que los otros del Evangelio, se considera profundamente optimista. Conquistador, lírico, propone una reconciliación de la creación, proclama la bondad y la belleza de Dios en la bondad de sus criaturas. Porque no niega ninguno de los principios del cristianismo más exigente, pero porque tampoco rechaza el mundo, en el que se sumerge para conquistarlo, el franciscanismo asume en realidad el jubiloso impulso de la literatura caballeresca.
Duby. La época de las catedrales
Giotto. Sermón a las aves. Asis
Mientras en París se desarrollaba la más estricta escolástica, especialmente dominica, que entendía el hombre como pura razón, San Francisco reinventaba el cristianismo a través del más puro sentimiento.
Giotto. Expulsión de los demonios
Su opción (tanto en el dolor como en el gozo) es un avance fabuloso hacia el mundo de lo sensitivo y emocional que busca (tal de una forma un tanto ingenua) a Dios en la Naturaleza y en el semejante.
Hermano sol, hermana luna… La creación al completo es la gran manifestación de la divinidad, rompiendo así con su carácter negativo que había adoptado durante todo el románico, para convertirse en un lugar de revelación.
Los estigmas. Arezzo
De la misma manera, el hombre (su forma corporal y aún más sus sentimientos) pierde su connotación negativa, pues forma parte del plan divino.
Giotto. Nolli me tangere. Asis
En todo el proceso, el amor es el método frente a las especulaciones escolásticas o las liturgias sacerdotales.
Giotto. Adoración de los reyes Magos
Todo este pensamiento, que primero penetra en el mundo de los más humildes, es digerido por el arte en el siglo XIV y será la pieza clave para comprender la obra del Giotto y sus seguidores que a través suyo redescubren la naturaleza y hablan más de hombres que de divinidades, acercándose a las maneras populares desde una perspectiva culta (de ahí su enorme éxito).
Giotto. Donación de la capa. Asis
Para ello se redescubrirá la perspectiva (fundamental para el paisaje) y se pondrá el acento en la expresión facial y corporal que permita al espectador comprender los sentimientos.
Anunciación de Santa Ana. Padua
Y aún más importante, su mensaje que huye de las reglas le dará el valor para romper las sacrosantas instrucciones heredadas del mundo bizantino y que, en la época, Cavallini representa perfectamente frente a las formas (acaso más toscas pero más humanas, por supuesto) del Giotto.
FOTOGALERÍA ENLAZADA DEL GIOTTO
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Palios 
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