Entre los distintos milagros que protagonizara San Isidro dos se vuelven reiterativos.
Arca de San Isidro (siglo XIII) que sigue los distintos milagros (entre ellos el de los ángeles arando) redactados por Juan Diácono en su Códice (XII)
El primero habla de uno ángeles que araban los campos de los Vargas que San Isidro trabajaba como arrendado, mientras éste rezaba.
En la historia siempre entran en juego los celos (los de sus compañeros, que van con la noticia a Vargas, obligándose a este a vigilar a su trabajador y ser testigo del milagro)
El segundo habla de un milagro en un pozo en donde había caído el hijo de San Isidro y Santa María de la Cabeza.
Al fondo se puede atisbar la antigua plaza de San Andrés
Ambos, puestos junto en el brocal, comienzan a orar, subiendo entonces el nivel de las aguas que arrastran al niño (sano y salvo) hasta el exterior.
La obra más representativa de este milagro sería la que realizara Alonso Cano.
TOMADO DE secretosdemadrid.
El pozo del milagro aún se conserva en la antigua casa de los Vargas (actual Museo de San Isidro), junto a San Andrés
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