No nos debería confundir la suave y melancólica mirada de esta obra de Lorenzo Veneziano, aunque sí dos datos importante: su vestuario de diácono y las piedras que flotan suavemente en torno a su cabeza.
Claudio Coello en el retablo de Churriguera de San Esteban
Pues San Esteban tuvo el honor de ser el primer mártir (protomártir), muerto ni siquiera por los romanos, sino por los propio judíos del Sanedrín que les acusaron de impiedad y herejía.
Pertenecía a la corriente filohelenística (enfrentada a la filojudía de San Pedro) que más tarde sería la adoptada por San Pablo.
Precisamente su defensa de la apertura de la nueva religión a los gentiles (no judíos) será la que propicie su muerte, al considerarla una herejía.
Juan de Juanes. San Esteban declarado blasfemo por el Sanedrín
Tomado de wikipedia
Lapidación de San Esteba. Cartón sobre diseño de Rafael
Su vida se narra en los propios Hechos de los Apóstoles, siendo uno de los primeros diáconos (entre los siete primeros) dedicado al control de las limosnas.
El episodio más conocido es su lapidación por parte de los judíos mientras el cielo se abría y aparecía entre las nubes la divinidad, tras como nos narra con un sintetismo asombroso esta pintura románica de Boí
(Se cuenta que en este martirío asistió el propio Saulo, futuro San Pablo, aún enemigo acérrimo de los nazarenos o primitivos cristianos)
El Greco, en su famoso Entierro del señor de Orgaz, utilizó la figura del santo para sostener el cuerpo yacente del protagonista, pintando en su capa pluvial, como si de un bordado se tratara, su Lapidación
San Stefano rotondo. Roma. Uno de los primeros santuarios que se le dedicaron al que se trasladaron sus reliquias.
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