– Sólo le haría falta hablar
– Si pudiera no lo haría, pues es cartujo- contestó Felipe IV.
Este tópico de la escultura desde finales del Renacimiento es perfecto para la obra que nos ocupa, el San Bruno de Pereira, en la Cartuja de Miraflores (Burgos)
Su autorManuel Pereira (Oporto – Madrid 1588 de 1683) fue un escultor barroco portugués relacionado con la corte de Felipe III Y IV.
Gran parte de su obra se realiza en piedra y hablaremos en otra ocasión de ella. Por ahora nos queremos ocupar una de sus escasas tallas conservadas (policromadas por Jusepe leonardo, el discípulo de Velázquez).
Su San Bruno nos habla de una doble influencia, la de Gregorio Fernández (tal vez a través de su discípulo Sánchez Barba) suavemente matizada por Alonso Cano (con la rigurosidad geométrica de su discípulo Pedro de Mena), que tal vez e hace perder realismo en favor de una mayor expresividad que mana del interior.
Para mi su mejor obra, a la altura de los grandes imagineros del siglo
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Vicente Camarasa