Este mosaico de Gala Placidia representa iconográficamente dos temas, uno que lentamente se perderá (El Buen Pastor que ya analizamos aquí y que hunde sus raíces en Mesopotamia y Grecia) y otro totalmente novedoso: la aparición del Cielo de los bienaventurados.
Imagen tradicional del Buen Pastor. Baptisterio de San Juan en Fuente. Nápoles
En él Cristo (apolíneo y con la cruz de palo larga que nos habla ya de su resurrección) apacienta sus ovejas (los fieles) en un nuevo Edén que aún tiene algo de pagano en su panteísmo.
El mismo tema en los mosaicos (un siglo posteriores) de San Apolinar el Nuevo. Ravenna
La vegetación como nuevo renacer se combina con la aparición (que la vincula directamente con el Paraíso Original) con la fuente de la salen cuadro caudales (los cuatro ríos del paraíso)
La misma idea del los ríos del Paraíso en Santa Cecilia. Roma
Esta iconografía, típica del Paleocristiano, pronto será sustituida por la ciudad de los bienaventurados que será típica del mundo románico.
En ella ya no nos aparecerá (normalmente) el paisaje, sino la Ciudad de Dios (una idea tan cara a San Agustín) que se representa a través de arquillos, torres o pequeños tejadillos
Santa Fe de Conques. Bienaventurados
Por su parte el Cristo resucitado (mejor dicho, en el mismo acto de resucitar) se convertirá en un tema totalmente independiente, como podemos ver en el Claustro de Santo Domingo de Silos, en donde muchas veces Cristo aparece en ausencia, a través del sepulcro vacío que las tres Marías visitan ante la mirada de un ángel
Sólo en el gótico nos volverá a aparecer directamente, ahora saliendo del sepulcro con su típica cruz de palo largo
Tomado de http://www.museodezaragoza.es/gotico/
[…] de él, existe una variante que es la pastoral Celestial, en donde cuida de su rebaño con cruz de palo largo […]
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Pingback por LA ICONOGRAFÍA DEL BUEN PASTOR | Palios — 7 octubre 2020 @ 9:41