Entre las múltiples sorpresas que nos depara la visita al Convento de Santa Clara de Salamanca se encuentra esta iglesia y su retablo.
Realizado por Joaquín de Churriguera consta de una nave, cubierta por una falsa cúpula (como el visitante puede observar, fascinado, cuando transita sobre ella, pudiendo recrearse en la antigua techumbre mudéjar)
Se trató, por tanto, de una reforma epidérmica que llenó de hojarasca en estuco los falsas cúpulas y creó un retablo que mucho le debe al de su hermano mayor, José Benito, en San Esteban que ya analizamos aquí (columnas salomónicas, horror vacuii, unificación de los pisos en un continium…)
Las tallas son obra de su taller, probablemente Lara de Churriguera, de una calidad más mediocre
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