Pedro de Mena
Cuentan que el papa Nicolás V, en 1449, quiso descender al enterramiento de San Francisco (sito en su basílica inferior)
Para ello hizo abrir su entrada tapiada y su puerta de hierro para ver, a la luz de las antorchas, a San Francisco en pie, con los ojos elevados hacia el cielo, las manos juntas y cubiertas por las mangas de su hábito.
Arrojándose a sus pies, descubrió uno de ellos, del que seguían manando sangre
Antonio Montúfar (Ecuador, Quito, 1614-1629)
Tomada wikipedia
A partir de esta visión (legendaria) el tema comenzó a representarse como un eslabón más en la cadena que intentaba asimilar a San Francisco con Cristo (en este caso concreto, su triunfo sobre la muerte).
En el caso español tenemos dos excelsos ejemplos de esta iconografía, el realizado por Pedro de Mena para la Catedral de Toledo que abre este artículo, o el que realizara Zurbarán para su convento en Sevilla
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