Palios

17 enero 2020

SOROLLA. CHICOS EN LA PLAYA

Filed under: General — Etiquetas: — vicentecamarasa @ 10:35

Tomado de wikipedia

El tema es puramente antiliterario, pues no nos cuenta ninguna historia. Es una simple reproducción de la realidad hecha directamente ante el motivo (plein air). Unos muchachos jugando en la orilla del mar, disfrutando del sol y el agua (puro hedonismo, como luego veremos).

Se trata de un lienzo pintado al óleo.

La composición es asimétrica y (en la parte superior) atectónica que intenta no dar protagonismo a ninguna de las tres figuras sino al conjunto. Para ello nos coloca al niño más bajo de espaldas y en diagonal que nos lanza hacia arriba, al grupo superior que, cortados abruptamente , no nos dejan avanzar más allá, hacia el horizonte, obligándonos a volver a la parte baja por sus piernas y las olas que las envuelven para que el movimiento siga produciéndose.

Evidentemente el color predomina sobre la línea, utilizando una pincelada suelta que en estos momentos ha llegado a su madurez, larga y muy líquida, jugando con diferentes empastes.

La paleta es muy amplia, desde los azules y violetas del agua y las sombras, a los distintos cálidos (pardos, naranjas y rojizos) de la arena y los cuerpos desnudos

Este color se superpone a la propia definición de los detalles (cada vez más borrosos según ascendemos en el cuadro), pues lo que realmente interesa al pintor es la luz y sus diferentes estados.

Una luz cruda como es la del Mediterráneo que es matizada por el agua, lo que le confiere múltiples matices (la que se refleja en la piel seca del muchacho más cercano frente a los cuerpos mojados superiores; la de sus cuerpos reflejados en la fina lámina de agua, la que crean las propias olas…), creados por la propia pincelada (y sus distintos empastes), el distinto brillo de los colores o el uso del blanco como contrapunto de luz total que nos sirve a nuestros ojos para organizar toda la gama lumínica que (como ocurre en los impresionistas) no se cierra en el negro, sino en el violeta, utilizado para las sombras proyectadas.

Para que todo este festín lumínico y cromático no se interrumpa, el pintor renuncia conscientemente a la perspectiva, creando un picado que elimina la línea de horizonte (coloca al ojo en una situación mucho más elevada que el motivo), igual que a la caracterización de los propios personajes que en el fondo cosifica para fundirlos con el paisaje de agua y sol.

Comentario

El verano de 1909 fue especialmente fructífero para el pintor.

Afincado de nuevo en Valencia, pinta incansablemente en la playa de la Malvarrosa, llevando a su culminación muchas de sus investigaciones anteriores, en un estilo muy cercano al impresionismo (desde el plein air, la pincelada, las sombras coloreadas, la importancia de la luz, …) que se ha denominado luminismo.

En estas obras ha disminuido mucho su vena más costumbrista para centrarse en la luz y sus refracciones

Una pintura hedonista que busca la sensualidad del mediterráneo, su culto a la luz y el calor, el tacto de la arena caliente, del agua…

Todo ello resuelto con una pincelada y un cromatismo que nada tiene de intelectual y es una pura celebración de lo óptico y, en última esencia, de lo táctil.

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