Andrés de Ocampo, tío de Francisco de Ocampo, nación en Jaén, aunque pronto se trasladará a Sevilla, pasando por el taller de Jerónimo Hernández (del que ya vimos obras aquí), con el que más tarde emparentó (como también con el arquitecto Hernan Ruiz)
Su estilo debe mucho a Jerónimo Hernández, pero también a Vázquez el Viejo y a Núñez Delgado, envolviéndose en un manierismo muy personal que está abriendo las puertas de lo que será la gran explosión del naturalismo barroco que se gestará en torno a Martínez Montañés, Juan de Mesa o su propio sobrino, Francisco de Ocampo.
En esta obra de la iglesia de San Vicente (Sevilla), vemos sus rasgos más característicos: el alargamiento del canon (especialmente en las piernas), la perspectiva en vertical (como harían los grandes manieristas romanos), un tratamiento angular de los paños (¿de origen castellano?) y el germen del naturalismo que ya supera la intelectualización de la composición en rostros y gestos.
Vicente Camarasa
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