SAN FRANCISCO DE BORJA

Como ocurre con San Ignacio, San Francisco de Borja tendrá una vida partida, primero terrenal, luego salvífica.

Capilla de San Francisco de Borja en el Gesú, Roma

Nacido en el seno de una linajuda familia que tenía entre sus antepasados al rey Fernando el católico o los Borgia,

Palacio de los duques de Gandía. Gandía, Valencia

De sólida formación humanística  es enviado, todavía joven, , al servicio de la infanta doña Catalina, hermana de Carlos V, casándose con doña Leonor,  una de las damas de honor de la emperatiz Isabel, nombrándole Carlos V marqués de Lombay.

Palacio de los duques de Gandía. Gandía, Valencia

Al morir repentinamente la emperatriz en Toledo fue encargado de trasladar su cuerpo hasta Granada. Cuando abre el ataúd para comprobar los restos y ve en ellos todos los estragos de la putrefacción, exclama: «No Señor, no Señor; nunca más servir a quien puede morir«

Rizi. San Isidro. Madrid, en donde reposan sus restos

Aunque siguió acumulando cargos, al morir su esposa, decide abandonar el mundo e ingresa en la Compañía de Jesús, de la que será su tercer general tras la muerte de Diego Laínez.

Martínez Montañés

Goya. San Francisco de Borja se  despide de su familia. Catedral de Valencia

Su amplísima representación suele centrarse en el episodio de la muerte de la emperatriz, de la cual deriva también su efigie con una calavera (a veces coronada) en la mano, que a veces es sustituida por la Eucaristía (de la que era fervoroso defensor, como es típico en estos tiempos tridentinos)

Alonso Cano

Ya a finales del XVIII, Goya reutilizará su figura dentro de la estética de lo Terrible, aunando su expulsión de los demonios con el progresivo mundo de pesadillas que empezará a aparecer en su obra tras su grave enfermedad y posterior sordera en los Caprichos y los  Cuadros de Gabinete

Goya. San Francisco expulsa los demonios de un moribubdo. Catedral de Valencia

 

ICONOGRAFÍA DE LOS SANTOS. ÍNDICES