Una de las piezas claves para comprender la valía como escultor de Cascals es esta estatuas de bulto redondo de San Carlomagno que que objeto de culto en la catedral de Gerona a mitad del siglo XIV
Realizado en alabastro policromado , nos muestra el estilo personal del escultor que combina los cánones e incurvaciones del gótico manierista con un modelado seco, de paños cortantes en sus pliegues.
Como es habitual, bajo sus pies, domina demonios, como perfecto ejemplo del guerrero que era que, en la zona norte de Cataluña, se tenía como el gran liberador de los musulmanes (lo que, históricamente, era poco cierto).
Tampoco hoy lo reconocemos oficialmente como santo, pues el antipapa Pascual III en 1116 fue el que lo canonizó, no reconociéndose en la actualidad
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