Obra de madurez del maestro realizado en 1624 para un pequeño retablo de la capilla funeraria de Antonio de Camporredondo y Río, caballero de Santiago (iglesia del Carmen Descalzo de Valladolid).
El panel de grandes dimensiones estaba pensado para una contemplación casi frontal, ya que se encontraba a una altura muy parecida al del espectador.
El tema, como otros tantos que hemos visto en la Contrarreforma, no sólo se refiera al propio Bautismo de Cristo, sino que es toda una representación del valor de este sacramento, inaugurado doctrinalmente por San Juan Bautista en el Jordán.
Posiblemente por ello se prescinde de la representación tradicional del Renacimiento (con Cristo en pie, introducido en el río), colocándole de rodillas y en actitud de sometimiento y dándole una importancia mayor al gesto del Bautista, con una concha que se eleva sobre su cabeza. (Una composición semejante es utilizada por Martínez Montañés)
Martínez Montañés. Bautismo de Cristo
Sin embargo, frente a la del sevillano, Gregorio Fernández busca una mayor sencillez (eliminando personajes, como los ángeles de la izquierda) y una relación más intensa entre ambos personajes, que coloca de perfil, eliminando así al contemplador (Martínez Montañés lo involucra creando un movimiento en zig zag desde lo lejano (ángeles) a lo más cercano (Cristo) que vuelve hacia el espectador, que realmente sería la continuación virtual de este movimiento).
En este sentido responde a una estética más cercana al último manierismo, como se puede observar en esta obra de Mochi
Mochi. Bautismo de Cristo
La obra resulta también mucho más radical (y por ende, manierista) en cuanto al tratamiento de su relieve, creando figuras casi de bulto redondo en los personajes principales que salen del propio marco y eliminando los planos intermedios, volviéndonos a fijar la relación de Cristo y San Juan como objeto de la contemplación (obsérvese la diferencia con Martínez Montañés en la que vemos evolucionar lentamente los planos hacia el exterior siguiendo el movimiento que antes analizábamos, llegando a un medio relieve en los personajes fundamentales que nunca llega a romper la unidad del conjunto).
Las características formales insisten en su estilo característicos: cánones alargados, de escasa masa muscular, paños duros, con pliegues cortantes, desarrollo de las cabelleras y fuerte tensión creada a través de tendones y articulaciones.
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