Cueva de los Siete altares, Sepúlveda. Lugar de reunión de eremitas durante la época visigoda
Una constante en numerosas religiones es la huida del mundo, la búsqueda del desierto y la soledad como una forma de autoconocimiento personal a través de la penitencia del cuerpo y la soledad. Son los llamados eremitas, anacoretas o ermitaños. Las tentaciones de San Antonio (siglo III-IV) por el Bosco
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Abad
Probablemente su origen habría que buscarlo en Oriente, entre las religiones hindúes y taoístas en donde la naturaleza y la relación con ella son piezas fundamentales de su pensamiento.
En Occidente, aparecerán fundamentalmente con el judaísmo (Elías, San Juan Bautista) y el cristianismo, pero será especialmente a partir del siglo IV d C. cuando estas costumbres cada vez se extiendan más.
San Onofre eremita
Según algunos especialistas las razones serían varias pero podemos destacar dos especialmente: el desprestigio de la ciudad y de la religión que se va popularizando y masificando.
Según Le Goff desde el siglo VI, el papa Gregorio I, Gregorio Magno, hace hincapié en la figura de Job (…) Job es un justo que, de repente, se ve sumergido en una serie inexplicable de calamidades, hasta conocerla indigencia extrema y ser objeto de desprecio. Representa la humillación completa del hombre ante Dios, pero gracias a esta humillación, devuelta en forma de humildad, se eleva a la reconciliación
A semejanza de Job, el cristianismo de la Primera Edad Media se salva humillándose ante Dios
Le Goff, (J En Busca de la Edad Media. Paidós 2003)
Santa María Egipciaca
En el 313, con el famoso edicto de Milán, la religión católica es aceptada en el Imperio Romano y muy pronto (edicto de Tesalónica) se convertirá en la religión del Imperio.
Las grandes ciudades se convierten en las primeras sedes episcopales y se comprueba una rápida adhesión de las capas populares a la nueva religión que pasa de ser una secta (en el buen sentido de la palabra) elitista y con miembros muy comprometidos a una religión oficial, íntimamente relacionada con el poder y cada vez más reglada.
Cenobio San Millán Cogolla.
Frente a ellos el anacoreta o ermitaño buscará vías más personales de unión con Dios, sin necesidad de Iglesia. Es lo que se denomina vía ascética, que será seguida, entre otras tantas opciones, por los sufíes islámicos o la mística cristiana.
Se basará en el retiro del mundo para la lectura y la meditación a las que se unirá las privaciones de todo tipo, las penitencias en formas de azotes, golpeo con piedras… Se trataría de considerar al cuerpo y sus vicios (lujuria, gula, orgullo…) como una cárcel para el alma.
San Jerónimo
Por eso se castigará a la carne para dejar que el alma pueda elevarse y conocer a Dios. (Como el famoso San Simeón el Estilita, 20 años subido a una columna)
Muchos de estos ermitaños comenzaron a tener fama de santones y sanadores por lo que muy pronto comenzaron a recibir visitas de personas interesadas por seguir su modelo de vida. Se crearán las primeras comunidades o cenobios, al principio sumamente libres, y poco a poco organizados a través de Reglas, siendo el origen del monacato.
Monasterio de San Simeón el Estilita, uno de los grandes cenobios y más tarde monasterios de oriente
Lugares especialmente significativos de este fenómeno fue la Tebaida egipcia, el desierto de Siria, la Borgoña (con su famosa María Magdalena) o, en España, El Bierzo, las hoces del Duratón o la Sierra de la Demanda
María Magdalena
Tras las reglas benedictinas y agustinas, el eremitismo fue perdiendo importancia aunque su ideal se mantuvo en órdenes medievales como la de los Cartujos o los Camaldulenses que intentaron crear un equilibrio entre comunidad y soledad individual
El Greco. Alegoría de la orden de los Camaldulenses
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